lunes, noviembre 17, 2008

Reyertas 12: Los trabajadores del sector de la energía y la contrarreforma petrolera

No cabe duda de que uno de los elementos que posibilitan a los capitalistas ejercer su dictadura sobre el resto de la sociedad es su capacidad para cerrar filas y unificar criterios en los temas centrales y en los momentos decisivos. Una práctica usual que demuestra el punto es la sistemática culpabilización de los trabajadores cuando ocurre algún accidente o conflicto que afecta al proceso productivo. Los ejemplos sobran en los años recientes. En un breve recuento sobresalen tres sucesos en los tres años recientes. Por principio de cuentas, el casos del derrumbe en la mina de carbón en Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006, cuando el entonces secretario del trabajo, Francisco Salazar Sáenz, culpó a los propios mineros del siniestro al señalar que estos suelen trabajar drogados en los tiros. En segunda instancia, una plataforma de perforación, Usumacinta, ocasionó un grave accidente en la plataforma petrolera KAB-101; cuyo saldo fue la muerte de 22 trabajadores tanto de Petróleos Mexicanos (Pemex) como de las compañías contratistas. En el Informe de la Comisión Especial Independiente encabezada por el químico Mario Molina (Comisión Molina) se insinúa en los numerales 5, 6 y 7 del resumen del accidente que fue culpa de los trabajadores (el pánico y falta de entrenamiento los atrapó) que las embarcaciones de seguridad (mejor conocidas como mandarinas) hayan funcionado en forma inapropiada ocasionando las muertes. Más recientemente, tras el desplome de la avioneta que trasportaba al secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, y que le costó la vida a 14 personas en total (más las que se acumulen), rápidamente surgieron las versiones que responsabilizan a los trabajadores del percance: primero fue a los controladores aéreos y después a los propios pilotos del Learjet 45. De manera muy conveniente los capitalistas apelan a su Alzheimer selectivo para olvidar que son justamente ellos quienes están obligados por la legislación mexicana a precisar el perfil que debe cumplir el trabajador y a proveerle a éste la capacitación necesaria para desempeñar las tareas requeridas por las actividades altamente especializadas.

Dicha actitud de desprecio contra los trabajadores se vincula, en el caso de la industria petrolera nacional con la denuncia hecha por el Grupo Ingenieros Pemex Consitución de 1917, el 12 de noviembre del presente año, con respecto a la manera en que las trasnacionales del sector petrolero han acaparado la contratación de los profesionistas recién egresados de las escuelas públicas (básicamente UNAM e IPN) en contraste con la negativa de Pemex a renovar su plantilla de especialistas. Más aún, desde el sexenio de Vicente Fox se ha aplicado una política de verdadera destrucción de la fuerza de trabajo especializada, a grado tal que con las jubilaciones adelantadas y artificiales de miles de cuadros altamente capacitados se está llevando a la empresa estatal hacia problemas de solvencia del fondo de jubilaciones. La industria petrolera requiere de una cantidad importante de trabajadores especializados debido a la cantidad de actividades críticas que se enfrentan a lo largo de los procesos productivos, limitar al mínimo la contratación de profesionistas al tiempo que se jubila a diestra y siniestra, no significa más que una cosa: se sigue una política que desplaza a Pemex para favorecer a las trasnacionales petroleras. Los resquicios contenidos en la reformas petroleras permiten a los capitalistas profundizar en dicha sustitución, no es ociosa la declaración de la señora Gergina Kessel durante el foro con empresarios en Monterrey, Nuevo León: amparados en ella, y en las violaciones a la legislación que tengan a la mano realizar, ese 70% de la industria petrolera que ya beneficia a los privados podrá ampliarse dejando a Pemex como una simple agencia administradora de contratos.

El primer afectado con las avances de los capitalistas en materia petrolera son los trabajadores del Instituto Mexicano del Petróleo(IMP): al no señalarse abiertamente en las siete reformas sobre la obligación de que los privados transfieran tecnología a la nación, las investigaciones realmente prácticas para la industria petrolera que realice el instituto se le quita razón de existir. Cabe recordar que el IMP preparó a los investigadores brasileños a finales de los años setenta e inicios de los ochenta, que posteriormente desarrollaron las técnicas que hoy emplea Petrobras en aguas ultraprofundas, no se olvide que esa empresa es la vanguardia en la materia.

Sin embargo, con el desplazamiento de Pemex de la explotación petrolera, no nada más se le arrebata materia de trabajo a los obreros mexicanos especializados en el ramo o se les precarizan las condiciones laborales (algunos especialistas calculan, a raíz del incidente del Usumacinta, que hay más de 20 mil trabajadores de compañias contratistas de Pemex que deben cumplir sus tareas en condiciones realmente extremas); también se le quitan fuentes de empleo a muchos sectores industriales que indirectamente aportan su trabajo generando valor que la paraestatal mexicana utiliza como capital constante. La industria petrolera no nada más explota fuerza de trabajo altamente especializada, también requiere de muchos otros insumos. En todas las fases de la explotación petrolera (desde la exploración y extracción hasta la petroquímica secundaria, pasando por la refinación, transporte y almacenamiento) se emplean materias primas de origen completamente distinto al petrolero, por eso es que la industria petrolera resulta un sector estratégico para la economía de cualquier nación, no es solamente las divisas que se consiguen por la venta al extranjero de crudo. Eso sin contar con que los productos obtenidos del proceso productivo petrolero son insumos básicos en muchas otras ramas de la industria. El caso de la privatización de la petroquímica secundaria durante el gobierno de Salinas de Gortari resulta un premonición sobre lo que ocurrirá con el resto de la industria: al venderse al capital transnacional muchas de las plantas petroquímicas fueron cerradas para garantizar las importaciones a precios mucho más elevados, beneficiando a las compañías que adquirieron los activos petroquímicos, bien sea porque producen los mismos productos en otras naciones o porque son los intermediarios importadores. Así, por ejemplo, nuestro país se ha vuelto dependiente del extranjero en cuanto a fertilizantes. En síntesis, no se trata nada más de que al ser desplazada Pemex del ramo petrolero se sustituya a los ingenieros mexicanos por españoles o estadounidenses, sino que se desarticula el mercado interno al generar condiciones para que las compañías proveedoras nacionales vayan a la quiebra, con la consecuente desaparición de miles de empleos. Una verdadera política económica anticíclica pasa por el hecho de fortalecer el mercado interno, para lo cual se requeriría reforzar a sus ramas industriales estratégicas, no por debilitarlas con el pretexto de las carencias técnicas. La tecnología, finalmente, también es una mercancía que se adquiere junto a la capacitación para emplearla.

Crear en México las condiciones para un socialismo pasa por el tamiz de crear las fuerzas productivas capaces de crear la riqueza, pues el socialismo se trata, en cierto momento, de racionalizar (incluyendo su distribución) el valor socialmente generado, no de crear miseria social. Es tarea hoy de los trabajadores de la energía (incluyendo a los electricistas de CFE, de Luz y Fuerza, a los del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares y a los privados que laboran tanto para contratistas de Pemex como de CFE) transmitir sus conocimientos sobre la situación del sector al resto de la sociedad para que está desarrolle la organización que haga posible recuperar tanto la industria petrolera como la de la energía. Ni la derrota ni la muerte son opción para el proletariado mundial: ¡Necesario es vencer!

1 comentario:

Casandra dijo...

A tomarse muy en cuenta lo que adviertes. En especial porque dentro de todo el debate acerca de la reforma petrolera poco se hizo referencia tanto a la cuestión de los trabajadores en medio de todo esto, como a la importancia de la industria petrolera más allá de la generación de divisas por venta de crudo.
Aún más: luego de aquella "victoria pírrica", como le has llamado, estos asuntos vienen a ser centrales, como para no quitar el dedo del renglón, pues la cosa no termina.
Saludos.